¡Las
Oficinas de la Junta Central Electoral en el exterior un logro truncado!
País
Vasco-España. Hasta donde tengo entendido La Junta Central Electoral Dominicana en la
sección I, en su artículo 212 de nuestra constitución, es el órgano regulador
de la vida de todos los dominicanos y como tal tiene status quo de organismo
estatal con independencia absoluta. También es la encargada de organizar y
dirigir las elecciones garantizando así el
real ejercicio de todos sus ciudadanos.
Me parece que tendré que recordarle para los fines que fue creada y las
vicisitudes que a través de todo lo largo de su historia, para que no haga lo
que en el pasado le hicieron a ella. Ya que hay un viejo dicho que dice que “Todo
el que no recuerda su pasado tiende a repetirlo”.
Entonces yo me pregunto porque la
Junta Central Electoral (J.C.E) no recuerda que por circunstancias ajenas a su
voluntad en diferentes etapas de su vida les fueron lesionados sus derechos y
como circunstancias perdió por mucho tiempo su credibilidad como organismo
independiente y todo gracias a mandatarios que sin escrúpulos manipulaban la
constitución y nombraban por decreto a personas que en un futuro les pudiesen favorecer
en algunas contiendas electorales.
Indudablemente en estos precisos momentos es cuando goza de su máxima credibilidad
de cara a la ciudadanía. Esto se debe a
las buenas actuaciones en la toma de decisiones justas e imparciales en los
momentos de convulsiones y conflictos originados a lo externo e interno de los
partidos políticos. Conflictos puestos a la moda en los últimos tiempos en nuestro
país.
Tal arbitraje y libertad para decidir en los últimos certámenes
electorales es digno de admiración. Sin duda que esto se debe al gran respaldo recibido
de parte de gobernantes responsables,
serios, vanguardistas y comprometidos con la democracia de nuestra nación,
capaces de adaptarse a los cambios que presenta el mundo globalizado.
Pero desgraciadamente ahora sucede todo lo contrario a décadas pasadas. Porque
lo más triste, doloroso y penoso de esta situación, cierre de las oficinas de
la Junta Central Electoral en el Exterior, no es ella la agredida sino que se
convierte en agresora en plena democracia y siglo XXI.
Todos los inmigrantes Dominicanos, en cualquier parte del mundo, debimos
intuir suponer por lo menos de forma perceptiva pero lamentablemente no fue
así, que el día 4 de diciembre del pasado año, cuando el presidente de la Junta
Central Electoral (J.C.E), convoco a los
miembro de su pleno para ese mismo miércoles a las 4:00 de la tarde “Según él
para tratar el presupuesto asignado para el 2013” debimos suponer que en ese
mismo instante la existencia de las oficinas de la Junta Central Electoral en
el Exterior pasaban a la historia.
Nuestro excelentísimo, honorable magistrado, Dr. Roberto Rosario Márquez (presidente
de la J.C.E) y su magnánimo Pleno valiéndose del artículo 214, que les faculta
para reglamentar de conformidad con la ley los procedimientos de su competencia
y todo lo relativo a su organización y funcionamiento administrativo y
financiero alegando que el cierre se debe a que el presupuesto asignado no
alcanza para mantener tales oficinas las del exterior.
Con esta medida temeraria, errada y fatídica la Junta Central Electoral demuestra que su actitud de
suspender nuestros servicios no fue más que un método para presionar al gobierno
Dominicano con la intención de que se le asigne un mayor presupuesto.
Esta técnica persuasiva resulto un fracaso porque no le fue aumentado y mucho menos a recibido ningún completivo como medida compensatoria a tales Alegaciones. Pero qué más da al fin y al cabo quienes pagamos los platos rotos somos los desvalidos.
Esta técnica persuasiva resulto un fracaso porque no le fue aumentado y mucho menos a recibido ningún completivo como medida compensatoria a tales Alegaciones. Pero qué más da al fin y al cabo quienes pagamos los platos rotos somos los desvalidos.
Ahora bien después de todos los argumentos presentados por mí en torno a
la clausura de las oficinas de la Junta Central Electoral en el exterior y
las dificultades con que estamos
afrontando la obtención de documentación les explico con datos porque considero
el cierre desconsiderado e injustificado.
El presupuesto para la Junta Central Electoral asignado a nuestras
oficinas del exterior (OCLES), tomando en cuenta que fue un año donde hubo
contienda electoral lo que permite su incremento en gastos, para el año 2012
fue de RD$ 2, 254,311,00 pesos mensuales,
recibiendo un total RD$27,051,732,00 al año.
Para el año en curso 2013 la asignación presupuestaria ha sido de RD$ 2, 582, 99, 00 mayor que el anterior, aumentando así entre un 9% a un
10%, comparado con el año anterior. Por otra parte podría
señalar que recibe otro ingreso extra por valor 10. 00 euros por coste de cada
partida de nacimiento que se expide.
Tampoco es un secreto para nadie que los locales donde funcionaban las
oficinas de la Junta Central en el Exterior la (J.C.E) no incurrían en gastos
alguno, ya que estas funcionan dentro de los consulados y embajadas Dominicanas
cargando estas con todo el coste de alquiler de oficina, como también en gastos
extras como son electricidad, agua, calefacción, comunidad, entre otros
servicios.
Tal temeridad nos ha limitado, de una u otra forma, a no poder solicitar
en el exterior partidas de nacimientos, cedulas de identidad y electoral, entre
otros documentos de suma importancia para el buen desenvolvimiento en nuestra vida
diaria.
Ahora mismo estamos confrontando el problema con las personas que emigraron
siendo menores y que han completado la mayoría de edad fuera de nuestro país. Para
renovar su pasaporte el consulado les exige una partida de nacimiento
legalizada lo que dificulta tal gestión y los gastos de expedición y envío
desde República Dominicana hacia el exterior sobrepasa las expectativas de
nuestra situación económicas.
Por tanto, esta comunidad de Dominicanos residentes
en el exterior, llevamos cuatro meses esperando que se enmende tal error. Porque
hasta ahora lo único que se nos ha dado son excusas vagas y sin fundamentos.
Por eso señores de la Junta Central Electoral Honorables
magistrados Dr. Roberto Rosario Márquez (presidente), Dr. José Ángel Aquino
Rodríguez, Dra. Rosario Altagracia Graciano de los Santos, Lic. Eddy de Jesús
Olivares Ortega, Dr. Cesar Feliz Feliz, la comunidad Dominicana en el exterior
les recuerda que enmendar un error a tiempo no es de tontos más bien es de
sabios y nosotros les consideramos sabios.
El autor es el Dr. Misael Pérez Montero, Periodista, Politólogo, Dirigente Barrial y Presidente del P.L.D en Vitoria. Gasteiz, Álava, País Vasco-España.
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